sábado, 16 de octubre de 2010

EVOLUCIÓN Y FORMACIÓN DE LAS RAZAS

A la hora de elegir a nuestro nuevo amigo, la variedad de razas con diferentes cualidades y aspectos es enorme. ¿Como eran sus antepasados? ¿Como llegamos a tanta diversidad hoy?

Con las mutaciones y selecciones llegamos hasta razas nuevas. Existen muchas hipótesis y teorías sobre el origen de la multiplicidad de razas. Los especialistas solo concuerdan en que, durante un primer período bastante largo, el esqueleto de los perros presentaba gran uniformidad, con unas diferencias morfológicas mínimas.

A lo largo de la historia, algunos tipos de perro evolucionaron como consecuencia de las circunstancias como clima, territorio, condiciones de trabajo o domesticación del hombre, de esta forma el tipo de algunos perros se alarga para adaptarse a las grandes llanuras (longilíneo) o se recoge para vivir en regiones montañosas o accidentadas (brevilíneo); otros se detuvieron en su evolución. Después, la selección natural ha continuado manteniendo el tipo de raza hasta que el hombre hiciera aparecer nuevas variedades mediante la selección dirigida.

La selección dirigida
El método de evolución empleado por los criadores en el transcurso de los siglos son: cruce, consanguinidad y vigorización.

El cruce supone el acoplamiento de animales del mismo género pero de especies diferentes.

Razas artificiales
Los perros nacidos de padres que presentan características diferentes y obtenidos por cruces efectuados por el hombre se califican como razas artificiales y solo al cabo de varias generaciones podrían ser reconocidos como verdaderos perros de raza.

El mantenimiento de los caracteres de esta nueva raza se hace posible gracias a la consanguinidad que tiene por objeto fijar estos caracteres con la repetición de los caracteres hereditarios haciendo que se reproduzca un individuo con sus propios ascendientes o descendientes. La consanguinidad puede ser directa, si se practica entre padre e hija o hermano y hermana y puede ser indirecta si se practica entre primos.

Mediante la consanguinidad se pueden multiplicar las oportunidades de transmisión de los caracteres dominantes ventajosos o preferidos pero a condición de que no presenten taras hereditarias. Por eso es muy importante elegir con sumo cuidado los individuos reproductores.

Son numerosos los ejemplos en que la consanguinidad practicada a ultranza por criadores imprudentes ha dado resultados catastróficos. Como consecuencia existen numeroso casos de taras como prognatismo, acortamiento del pelo, desaparición del subpelo, disminución del tamaño o taras morales graves entre otras las referidas a la psiquis del perro.


Se ha observado que los defectos de la consanguinidad eran mucho mas acusados en las razas transplantadas fuera del país o medio de origen, y también que una raza que vive en un medio físico, funcional e incluso moral diferente de aquel en que se ha desarrollado, degenera más rápidamente. En su país de origen, la raza conserva su forma de vivir y de trabajar.

La vigorización supone el aporte de sangre de una familia dada a otra de la misma sub raza, pues la

 eterna consanguinidad de una sola familia acaba siempre por exagerar ciertos defectos y disminuir la resistencia a las enfermedades.

Insistiendo en el defecto
El perro teckel surgió de una mutación de la especie bruno del Jura, tipo Saint-Hubert, por un fenómeno de enanismo hereditario corriente. Por ello, el hombre por diversión o interesado en esta nueva forma, pudo dirigir las crías insistiendo en esta deformidad física.
Otro fenómeno de mutación es el bulldog, el prognatismo que es la prominencia de los ojos, extremidades torneadas, etc.


La creación de una nueva raza icluye por sobre todas las cosas normas éticas y morales dado que en estos procesos no se pide opinión a nuestros amigos.

Fuente: Revista Gruñi2 n° 76
Ver también: Sobre el procedimiento oficial de reconocimiento de razas.
Fotos: http://www.sxc.com/

No hay comentarios: